Manzanilla romana (Anthemis nobilis)

En gastronomía su aroma hace de ella una de las infusiones preferidas por la gente.Estas infusiones en la proporción adecuada (de 5 a 10 gr./l) resultan eficaces para los trastornos digestivos; es útil también en casos de insomnio, neuralgias y dolores de cabeza. Ayuda además a disminuir el colesterol en sangre.En uso externo se puede utilizar para cicatrización de heridas y como colirio en la conjuntivitis y afecciones oculares.

Es otra planta a sembrar en nuestros huertos, ya escasea

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Descripción

La manzanilla romana es una planta herbácea perenne, compuesta, de tallo muy ramificado y rastrero, rematado en una cabezuela formada generalmente por flores liguladas. Las hojas son alternas y muy segmentadas. Florece en primavera y verano.

Se estima que esta planta, desconocida antes del siglo XVI, entró en Roma procedente de Inglaterra, donde fue ganando adeptos hasta el extremo de extenderse por toda la Europa oriental y meridional, donde se cultiva profusamente. En forma silvestre puede encontrarse en prados de secano, en los bordes de los caminos rurales, suelos arenosos y también en campos de cultivo de cereales.

Recolección

Se recolectan las cabezuelas abiertas de las flores o un poco antes de que florezcan, con tiempo caluroso y seco, a mano o ayudándonos de alguna herramienta que permita cortar la flor sin el pedúnculo. Se debe evitar aplastar las cabezuelas ya recogidas. Se dejan secar inmediatamente sobre cañizos a la sombra en lugar ventilado, o en secadero a temperatura no superior a 35º C. Una vez secos se conservan en recipientes herméticos, o sobres cerrados alejados de la humedad.

Aplicaciones y propiedades

De las manzanillas conocidas, la común se ha demostrado desde antiguo como eficaz contra las afecciones nerviosas y otras variadas aplicaciones, en este caso la manzanilla romana que es conocida sólo desde el siglo XVI, como se ha dicho, posee las mismas propiedades aunque resulta más activa y eficaz que aquélla, motivo por el que en aplicaciones internas se debe reducir las dosis para evitar efectos secundarios; éstas pueden consistir en vómitos, insomnio y excitación nerviosa. Sin embargo, en las aplicaciones externas se suele concentrar la dosis hasta diez veces.

La infusión de flores de manzanilla romana es estomacal, antiespasmódica y un tónico amargo. Es digestivo, muy útil en digestiones pesadas, espasmos gastrointestinales, meteorismo y náuseas. Se usa externamente como colutorio, en neuralgias, baños calmantes, fatigas, reumatismo, lumbago y ciática. Sus propiedades en las afecciones nerviosas reducen los calambres, particularmente las de origen ginecológico. Contiene un aceite esencial rico en azuleno, jugos amargos, glucósidos, y colina, los cuales presentan virtudes antiinflamatorias, desinfectantes y diaforéticas.

Tanto en las aplicaciones externas como en cosmética se recurre a infusiones muy concentradas, que se emplean para el tratamiento de la piel y el aclarado del cabello rubio (camomila), también en el cuidado del cuero cabelludo. Las flores y sumidades tienen aplicación en licorería y de ellas se extrae aceite esencial; son aromáticas y de sabor amargo.

Remedios

Infusión para afecciones nerviosas

A una taza de agua hirviendo añadir una cucharada de cabezuelas de manzanilla romana, dejar reposar al menos una hora antes de tomar. Es adecuado contra jaquecas, vómitos nerviosos y neuralgias.

Infusión para uso externo en baños calmantes y lavados oculares

Hacer una infusión similar a la anterior, pero muy concentrada (hasta diez veces más). Este líquido se puede añadir al agua de la bañera como calmante, dolores, fatigas, reumatismo, etc. El mismo líquido se puede aplicar tibio en baños oculares para la conjuntivitis, y ojos fatigados y enrojecidos.

Aceite para masajes y fricciones

Poner a macerar en aceite de oliva flores secas y muy desmenuzadas. Calentar el líquido al baño maría y mover de vez en cuando. Guardar el aceite en un frasco hermético previamente filtrado con una tela.